La familia peruana en los últimos 50 años ha sufrido dos grandes crisis: 1) la crisis económica de los años noventa; y, 2) la crisis ética y moral de hoy en día. La primera tuvo un período de gestación de quince o veinte años antes de manifestarse por completo; y, la segunda viene gestándose desde mucho tiempo atrás… probablemente haya tenido un período de incubación en los genes peruanos desde el virreynato.
Independientemente del tiempo en que se originaron dichas crisis, debemos tener presente que ellas son ocasionadas por personas y sus efectos repercuten directamente en éstas. Ahora bien, se debe tener en cuenta que éstas personas viven en familias (grupo humano con quien comparten determinados vínculos); en consecuencia, las citadas crisis inciden fundamentalmente en el desarrollo de la familia.
Superar la crisis económica (tanto a nivel país como a nivel familia) es difícil y algunos casos toma tiempo. Sin embargo, que pasa cuando para superar la crisis económica cruzas la línea de lo correcto….es allí donde empieza a incubarse lo que más adelante conllevará a la crisis moral y ética que hoy en día estamos viviendo en el Perú.
Como vemos dos son los aspectos que ocasionan estas crisis en la sociedad, el económico como el sicológico. Dichos aspectos, también son los pilares en los que también se sustenta la familia.
Como vemos, lo que sucede al interior de una familia, se ve reflejado en mayor escala en nuestra sociedad; en consecuencia, para generar un cambio radical en nuestra sociedad peruana, se tiene que curar y empoderar a las familias.
Muchos son los críticos actuales a la clase política, los que se rasgan las vestiduras diciendo que jamás cometieron error alguno… algo particularmente difícil de creer … si hacemos un paralelo con el núcleo familiar se darán cuenta que más de uno ha dado alguna prebenda para obtener un mejor sitio en alguna cola o para hacer algún trámite de sus ascendientes o descendientes.
Entonces, para mejorar la situación que estamos viviendo se debe empezar por brindar una verdadera importancia a la salud mental de los ciudadanos, todos ellos miembros de una familia, ir mas allá de una escuela para padres, sembrar valores, deberes y derechos como hijos, como padres, como hermanos, como abuelos, etc. Teniendo una buena salud mental y sicológica se podrá tener una salud financiera adecuada para emprender y progresar.
El mundo actual se orienta cada vez más hacia el individualismo y consumismo. Ese egoísmo imperante en la sociedad en diversos estamentos (comunales, laborales, etc) es el que debe empezar a cambiar y todo parte por cimentar a las nuevas generaciones valores, formas de pensar saludables desde el ámbito sicológico y económico. Una ardua tarea que debemos empezar ya!!