En 1956, el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss señalaba: “en las sociedades modernas occidentales, razones de tipo moral, religioso y económico han oficializado el matrimonio monógamo (regla que en la práctica es transgredida por medios tan diferentes como la libertad prematrimonial, la prostitución y el adulterio). Pero en sociedades con un nivel cultural mucho más bajo, donde no existe prejuicio alguno contra la poligamia e incluso donde la poligamia puede en realidad estar autorizada o ser preferida a otras formas, se consigue el mismo resultado en la ausencia de diferencias sociales o económicas, de tal forma que ningún hombre posee ni los medios ni el poder para obtener más de una esposa y donde, en consecuencia, todo el mundo está obligado a convertir la necesidad en virtud”.
Si continuamos en esa misma línea, llegaremos a la conclusión que el matrimonio es la institución que da origen a la familia, una organización donde hay esposo, una mujer en rol de esposa y niños nacidos de esa relación. Si bien el Perú es un país conservador por excelencia y en donde se protege constitucionalmente a la familia y se promueve el matrimonio (artículo 4), es hora que se empiece a tener una visión más amplia de lo que significa familia y evitar así circunscribirla únicamente a aspectos religiosos o morales.
Algunas personas tienen el concepto restringido de la familia; y, ya es hora que se empiece a tener el concepto de familia como el grupo humano que generan vínculos en común o se encuentran unidos para un propósito específico ya que es en dicho grupo donde se fomenta la solidaridad, la estabilidad, la visión de futuro, el desarrollo, la educación.
Es en la familia donde se fomenta la solidaridad entre los miembros de esta, que muchas veces son de diferentes generaciones aprendiéndose a armonizar los derechos individuales con los sociales. Es allí donde generalmente se fomenta la humanización y se aprende la entrega desinteresada al más débil como los son niños y ancianos.
Es en la familia donde generalmente encuentras estabilidad, vale decir, cuando alguno de sus miembros tiene problemas con enfermedades, dependencia o algún tipo de marginalidad, es en ella donde se amortiguan los problemas que estos ocasionan. Es el lugar donde aprendes por primera vez y se forman los cimientos antes de ir a la escuela. Es en ella donde se transmite la vida cultural y las costumbres.
Es en la familia donde se forja la identidad del individuo y en ella va conociendo su historia a través del diálogo intergeneracional con padres y abuelos, permitiéndose así su visión de futuro y la propia subsistencia de la comunidad a la que pertenece.
Es en la familia donde existe una transmisión de valores, pues aprendes los criterios, valores y normas que te servirán como base para tu desarrollo y bienestar dentro de un determinado grupo humano, construyéndose así una sociedad mejor.
Es en la familia donde generalmente se da vida, pues es en ella donde los seres humanos que la integran se cuidan y valoran entre sí.
Considero que se debe fomentar y promover el valor familia a efectos de tener generaciones sanas que contribuyan al mejor desarrollo de la sociedad y por ende del país, lo cual “quizás” tangencialmente contribuya al fortalecimiento del matrimonio, institución muy venida a menos -de manera legal y fáctica- en los últimos años.
La internalización del valor familia debe ser entendido de manera amplia para el mayor bienestar de la sociedad – dejando de lado algunas hipocresías religiosas o moralistas – pensando siempre en las nuevas generaciones, debiéndose tomar en cuenta que muchas veces la separación de los padres, en parejas conflictivas, puede ser una liberación y alivio para los hijos y que en esos casos el divorcio trae consigo una oportunidad de crecimiento y mayor autonomía para ellos. (MacLouglin y Whitfield, 1984)
Entonces, la familia en su acepción tradicional y restringida tiene razones legales, económicas y religiosas, con múltiples prohibiciones de índole sexual pero unida por el amor, el afecto y principalmente por el respeto que unen a los miembros de esta; sin embargo, vista desde su acepción amplia es sinónimo de desarrollo, visión de futuro, solidaridad intergeneracional, educación, estabilidad, transmisión de valores y vida.
Finalmente, recordemos lo mencionado por el ex secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki – Moon con motivo del día de las familias en el 2016: propongámonos promover el desarrollo sostenible mediante la creación de un entorno propicio en el que los miembros de todas las edades de la familia puedan desarrollar su potencial de contribuir a nuestro mundo”.