Hace poco se celebró el Día Internacional de la Mujer, que sirvió para reflexionar sobre la importancia de las mujeres de antaño que alzaron su voz para luchar por sus derechos, los mismos que ahora son reconocidos legalmente.
Sin embargo, a pesar de que existen las normas legales, la cultura de los peruanos aún falta pulir así como internalizar la igualdad y equidad entre hombre y mujer así como cerrar las brechas de género. La educación y cultura para erradicar la violencia, discriminación, estereotipos y sesgos de género se aprenden en casa pero se refuerzan en la escuela, con los amigos y con la sociedad en general.
Se dice que estamos en la era de las mujeres. ¿Ustedes se han preguntado por qué? Particularmente, considero que es la era de la mujer porque nuevamente hemos alzado la voz. Ahora dejamos constancia de la visión femenina sobre los problemas y solución que suelen surgir en diversos ámbitos. Ahora, solicitamos flexibilidad de horarios laborales para poder dedicarnos a nuestra vida personal y familiar (sea como madre, hija o hermana). Buscamos apoyo y comprensión para dedicarnos al hogar y al trabajo, solo así se ha podido proclamar leyes en favor de la licencia de paternidad, se ha ampliado la licencia de maternidad, se ha proclamado la igualdad de remuneraciones entre hombre y mujer, equilibrio entre la vida personal, laboral y familiar, teletrabajo, entre otros. Recordemos que tanto hombre como mujer somos complementariamente diferentes y que para formar una familia se requiere de esa complementariedad, del cuidado de la casa y de los que habitan en ella, del compromiso y de la confianza.
Si bien el Estado se encuentra realizando la función social de empoderar a las mujeres y familias para que los padres eduquen en equidad y con respeto a sus hijos haciendo campañas diversas, es necesario que las empresas, sean éstas grandes, medianas o pequeñas, pongan mayor énfasis en uno de los stakeholders más importantes de la responsabilidad social corporativa (RSC), que es su capital humano, vale decir, sus trabajadores y familias.
La adecuada responsabilidad familiar corporativa que cumplan las empresas peruanas servirá para el empoderamiento de la mujer y sus familias, mitigará la violencia y generará que los dueños, directivos y plana gerencial de éstas generen conciencia social con RSC buscando la complementariedad hombre-mujer, fomentando el desarrollo y bienestar familiar de sus trabajadores así como mayor compromiso, lealtad y confianza para con la empresa, redituándole económicamente a ésta.