Ética, Buen Gobierno Corporativo y Responsabilidad Familiar Corporativa

«Un exitoso y destacado gerente de una compañía transnacional felizmente casado con dos hijos comentaba a otro gerente de otra empresa que tenía problemas de sobrecarga laboral, lo que motivaba extensas jornadas de trabajo nocturno e inclusive los fines de semana se encontraba trabajando en la empresa; y, que dicha situación había ocasionado un desgaste marital y familiar, generando paralelamente una relación sentimental con su asistente”.
La situación antes descrita se da en muchos casos de ejecutivos de empresas nacionales y transnacionales, públicas y privadas, la falta de un balance vida/trabajo ha sido motivo de estudios internacionales dado que repercute no solo en la vida del trabajador sino también en la productividad de éste en la empresa lo cual incidiría indirectamente en la rentabilidad de la misma. Es por ello que desde 1999 existe la tendencia de implementar en las organizaciones la responsabilidad familiar corporativa que si bien consiste en la aplicación del diagnóstico IFREI debemos hacer hincapié que en el caso antes mencionado se trastoca la ética, el buen gobierno corporativo e inclusive la responsabilidad social en su dimensión interna.
En principio, se debe recordar que cada institución tiene su propia cultura, que no es más que el conjunto de creencias, valores y actitudes que se reflejan en la manera de ser y en la manera de actuar de esa empresa o institución; y, depende en gran medida de los valores de los miembros directivos y plana gerencial pues son esos valores los que regirán la toma de decisiones.
Mientras las acciones empresariales estén más impregnadas de componentes éticos y sociales, veremos mayor bienestar en la persona (trabajador) y por ende avanzaremos hacia un  bienestar colectivo y más desarrollo social. Es por ello que una persona sin ética es vulnerable a tomar decisiones erradas en perjuicio de la empresa y sus colaboradores.
Tomando en cuenta lo antes señalado, las empresas desde 1990 han venido incorporando la responsabilidad social corporativa como parte de su estrategia de negocio sin embargo, existen empresas que únicamente lo han adoptado de manera aislada como programas de filantropía para mejorar su reputación corporativa sin darse cuenta que ello es solo una consecuencia pero no la meta de la responsabilidad social, la misma que puede ser externa e interna (responsabilidad familiar corporativa).
Aún cuando la responsabilidad social corporativa (RSC) no se encuentra dentro del Código de Buen Gobierno Corporativo para las Sociedades Peruanas, aprobado por la Superintendencia de Mercado de Valores en el 2013; se debe tener en cuenta que en dicho documento se recalca la importancia de la RSC para la gestión de las relaciones con los grupos de interés, la sostenibilidad de las sociedades y del mercado en general.
El Perú persigue con ansias formar parte de la OECD, entonces debería tomar en cuenta que en la Reunión Ministerial sobre Productividad y Crecimiento Inclusivo del Programa Regional de la OCDE para América Latina y el Caribe realizado en Diciembre 2016, Santiago de Chile se señaló que: “Los altos niveles de desigualdad afectan al crecimiento de diversas formas, entre las que destaca la falta de inversión en el capital humano”. Dicho capital humano (trabajadores y  sus familias) forma parte de los stakeholders de la empresa motivo por el cual debe tenerse en cuenta su desarrollo y sostenibilidad.
De otro lado, la ONU viene realizando en Nueva York por tercer año consecutivo reuniones anuales sobre Proyecto Global Familia y Objetivos de Desarrollo Sostenible en donde se enfatiza la importancia de las familias para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), principalmente el ODS 5 sobre igualdad de género promueve la responsabilidad compartida en el hogar y la familia; y, el ODS 8 relativo al trabajo decente y crecimiento económico protege los derechos laborales promoviendo un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores.
Finalmente, promover la familia y la responsabilidad familiar corporativa en las organizaciones es una prioridad de trascendencia mundial y como tal debe ser incorporado en las políticas públicas por su carácter social así como fomentar su cumplimiento en el ámbito privado puesto que van en beneficio del trabajador y su entorno más cercano.