Las lluvias torrenciales acontecidas en muchos lugares del Perú han ocasionado la pérdida irreparable de bienes materiales en muchas familias, perjudicando su economía y afectando la salud mental en los niños y adultos integrantes de las familias víctimas de los desastres naturales, que bien pudieron ser prevenidas por las autoridades locales y/o regionales bajo la permanente mirada del gobierno nacional.
Si las autoridades tuvieran el valor familia (entendido como la solidaridad con sus conciudadanos buscando el desarrollo, con proyección intergeneracional) implantado en lo más profundo de su ser, se hubieran preocupado en prevenir con acciones materiales concretas estos embates de la naturaleza que diversos estudios climatológicos ya habían anunciado. Recordemos lo que decía Sófocles, gran filósofo griego: “El que es bueno en familia, es también buen ciudadano”.
Siendo ello así y a efecto de erradicar y coadyuvar a la lucha anticorrupción, se debe tomar en cuenta que para que exista una sociedad sana tienen que existir familias sanas, tal como lo dijo el investigador chileno, Claudio Naranjo.
Ahora bien, se debe considerar que la protección a la familia es un capital humano de todo país y que debe mantenerse fuera de todo tipo de ideologías porque los problemas sociales que afrontamos hoy en día provienen en su mayoría por una carencia de estabilidad familiar.
Algunos llaman “conservadores” a los promotores de los valores familiares; sin embargo, lejos de las etiquetas que muchos suelen colocar a las personas con determinadas líneas de pensamientos debemos darnos cuenta que es en la “familia” donde generalmente se aprende o debería aprenderse el amor y la solidaridad, donde se obtiene estabilidad, visión de futuro y la búsqueda del desarrollo. Por tanto, los seres humanos que libremente optan por tener hijos, aportan un bien humano a la sociedad, que no aportan quienes decidieron no tenerlos por diversas razones; sin embargo, recordemos que son las familias con hijos quienes garantizan la historia de cada localidad, pueblo, ciudad, país y como tales, esos hijos servirán con su trabajo a los aportes que se realizarán a los sistemas públicos (pensiones) que garantizará la solidaridad intergeneracional.
Cuantas casas de reposo, asilos de ancianos existen en Perú? Tienen financiamiento público o privado? Contamos con una política pública que prevea la situación del adulto mayor en extrema pobreza o pobreza?
Reflexionemos, mas allá del respeto y tolerancia que podamos tener con la comunidad LGBT y que se pretenda concientizarnos, según los estudios realizados por Vitit Muntarbhorn, catalogado como Defensor Global de LGTB de las Naciones Unidas sobre la existencia de 112 sexos, los niños nacen de la unión de un óvulo y un espermatozoide (mujer + hombre), los 112 sexos a los que aluden, son simples estilos de vida (entendiéndose como género o sexo distinto) por los que opta el ser humano en el transcurrir de su existencia. Sino recordemos cuantos casos existen de padres o madres de familia con un hogar estable y que decidieron cambiar su estilo de vida; sin embargo, no olvidaron a la familia que crearon o de la cual provienen.
Recordemos que LA FAMILIA es una institución reconocida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 16° inc. 3 “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y del Estado”).
Así mismo, la Constitución Política del Perú reconoce lo siguiente:
“Art. 4°.- La comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación de abandono. También protegen a la familia (…). Reconocen a estos últimos como institutos naturales y fundamentales de la sociedad”
“Art. 6°.- La política nacional de población tiene como objetivo difundir y promover la paternidad y maternidad responsables. Reconoce el derecho de las familias y de las personas a decidir. (…)
Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos tienen el deber de respetar y asistir a sus padres. Todos los hijos tienen iguales derechos y deberes (…)”.
“Art. 14°.- La educación promueve el conocimiento, el aprendizaje y la práctica de las humanidades, la ciencia, la técnica, las artes, la educación física y el deporte. Prepara para la vida y el trabajo y fomenta la solidaridad.(…)
La formación ética y cívica y la enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos son obligatorias en todo el proceso educativo civil o militar. (…)
Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural”
“Art. 44°.- Son deberes primordiales del Estado: (…) garantizar la plena vigencia de los derechos humanos”
La protección y fortalecimiento a las familias generaría: a) Protección de los más desfavorecidos, robustecimiento de los miembros de la sociedad y la preparación de un futuro mejor, previniendo fracasos y sembrando progreso, b) Estabilidad y compromiso con la educación de sus hijos y la atención a sus mayores, c) Menor delincuencia, disminución de los comportamientos antisociales, menos fracaso escolar, mejor salud psíquica, reducción de la pobreza (especialmente la infantil); y, d) Reducción del gasto público asociado a la crisis de la familia.
Una estructura familiar “SANA” lleva a construir relaciones sociales positivas. Una familia enferma o pervertida facilita el aumento de las tensiones y las luchas fuera del hogar. Finalmente, cabe parafrasear al político norteamericano Brad Henry «Las familias son la brújula que nos guían. Son la inspiración para llegar a grandes alturas, y nuestro consuelo cuando ocasionalmente fallamos».