Hoy en Lima somos más de nueve millones de habitantes y la mayoría sale de sus casas para ir a trabajar por sus familias exponiéndose a una inseguridad ciudadana permanente la cual es necesaria combatir, es por ello que se debería poner énfasis en dos aspectos:
- Aumentar el aparato represivo para que los delincuentes vayan adentro y cumplan con la pena correspondiente; y,
- Defender las libertades de otros con responsabilidades propias y, es por ello que se debería propiciar una solución al problema de la inseguridad ciudadana con la participación transversal de la autogestión del sistema educativo y del fortalecimiento de la familia.
Es por ello que se debe reconocer a la familia como un sujeto soberano que abre camino hacia una reconciliación de todos los actores sociales que en ella participan para una sociedad mejor.
Existe un gran desafío para desterrar el individualismo imperante hoy en día y que muchas veces ha conllevado a excluir la interdependencia de los miembros de la familia rompiendo la comunicación entre ellos.
Últimamente se tiene como grandes protagonistas de la sociedad moderna: al individuo así como al Estado; obviándose a la familia como grupo social. Muchos han olvidado el importante rol que cumple la familia así como sus funciones específicas. Recordemos que es en la familia donde se aprende la comunicación, los valores, se promueve la solidaridad intergeneracional y ello ocasiona que se mejore la salud social.
El futuro depende, en gran parte, de la familia puesto que lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz, para eso aparte de rescatar nuestras propias tradiciones y fortalecer las cosas en común que nos une. Recomendamos que cada familia implante sus propias costumbres como comer juntos todos los sábados, visitar a los abuelos los domingos, jugar cartas todas las noches de manera conjunta para colaborar en pro del bienestar de su comunidad. Esos hábitos son los que fomentan la unión familiar y posteriormente formarán parte de tus recuerdos conciudadanos con tus hijos y nietos.
A continuación sugiero que para empoderar a las familias peruanas se tome en cuenta las siguientes líneas de acción:
- Otorgar ayuda monetaria directa a los jefes o jefas de familia. Para ello se debería revisar la posibilidad de otorgar descuentos en los impuestos según el tamaño de la familia que tengan.
- Las autoridades ediles deberían celebrar convenios con el Ministerio de Educación y de Salud para fomentar y promover los contenidos educativos hacia la formación de virtudes y la educación de valores así como la vida en común.
- Apoyar los programas de autogestión de actividades comunales como la vigilancia y cuidado de zonas de esparcimiento u otras.
Es necesario combatir de manera conjunta con la sociedad civil los modelos antifamiliares que pululan en la sociedad y que hacen difícil la existencia de sociedades de familias fuertes y unidas. En esta sociedad actual no solo no se exhalta la vida familiar sino que se promueve y difunden comportamientos sexuales irresponsables, actitudes superficiales y estilos de vida que favorecen la disgregación de la familia y que dificultan tanto la vida concreta de familias individuales y de la importancia que posee para el conjunto de la sociedad.
Considero que tanto la educación en la escuela como en el ámbito familiar es un instrumento básico para la conformación de una cultura abierta a las responsabilidades cívicas, celosa de sus deberes para con el entorno social y plenamente conciente de lo que significa vivir en común.
Las autoridades de los diferentes niveles de gobierno continúen trabajando de manera conjunta para que los ciudadanos salgan a las calles a trabajar en pro de los suyos y del Perú puesto que todos deberíamos vernos como una sola familia!! VIVA EL PERÚ!!